El Salvador, Honduras y ¡Nicaragua!

Viernes 20 de julio de 2012

Ya comenzábamos a sentir grandes ansias por continuar hacia nuestro tercer país, Nicaragua. Salimos de El Tunco a Usulután con mucho camino plano y buena carretera, así que pudimos rodar a muy buen ritmo. A las 8:00 am ya estábamos desayunando. ¿Qué más? Claro, pupusas.

Seguimos avanzando y a medio día, pensando en todo y en nada, y ya perjudicados por el sol, se nos emparejó una moto. El conductor nos saluda, nos rebasa y se detiene más adelante.  Nos detuvimos a platicar con él y resultó ser un tipazo, muy agradable y sencillo. Shawn, irlandés que viaja desde Alaska hasta Argentina en Burrito.

 PDVSA

Usulután a La Unión

21 de julio de 2012

Para este tiempo, el cuerpo nos cobró la primera factura: un tirón.

Burrito y yo

Desde temprano comenzó la molestia y cuando llegamos a La Unión, el dolor ya era demasiado. Preguntamos por el puerto para tomar lancha rumbo a Nicaragua y nos mandaron rumbo a San Carlos. No quedó otro remedio que tomar un bus para abordar la lancha. Al final, resultó ser que San Carlos era la vía terrestre rumbo a Nicaragua, pasando por Honduras. Tratamos de pedalear y con mucho esfuerzo llegamos a la frontera y nos internamos en Honduras. Antes de llegar a Nacaome el dolor era fuerte y decidimos parar. Luego de media hora lo intentamos de nuevo, pero el cuerpo se mantuvo firme: suficiente papá.

Shawn y Burrito

Tomamos camión a San Lorenzo y cuando llegamos al hotel, lo primero que vimos fue a Burrito. ¡Oh, sorpresa! Era un hotel carísimo, $37 dlls la noche por un cuarto bastante regular. Lo pensamos un poco y decidimos buscar en otra parte. Ya a la salida nos detuvo la dueña y nos ofreció un precio de $23 dlls. Ahí dormimos.

Burrito

No es el calor, es la calor

El desayuno para llegar a La Unión

22 de julio de 2012

La segunda factura se juntó con la primera: tirón y dolor de garganta.

Esta vez no la pensamos y de inmediato tomamos el bus rumbo a Nicaragua. En el trayecto llegó el dolor de cabeza y cuerpo cortado. Finalmente llegamos a León, Nicaragua, desde donde tecleo estas líneas.

Bienvenidos

  Es la primera ciudad en la que sentimos confianza de pasear en ella. Aquí en León se respira una atmósfera muy distinta a Guatemala y El Salvador; más tranquilidad en su gente, aunque más reservados al entablar una conversación.

Comida en León, C$45

Me gusta León, me gustas tú, me gusta Nicaragua, me gustas tú.

Mañana a probar el quesillo de Nagarote, a continuar rumbo a Managua para llegar a Granada.

¿Y qué, si te digo que todo lo vivido en este viaje lo quiero vivir contigo? Aquí te traigo.

El Salvador

Antes de salir de Pedro Alvarado, frontera de Guatemala con El Salvador, fuimos a llenar el tanque al comedor de la bombera Oneyda. Huevos, frijoles , queso y crema, más una Coca-Cola fueron la energía que utilizamos hasta llegar al próximo comedor, ya salvadoreño. Comimos nuestras primeras pupusas, que son básicamente las gorditas mexicanas, pero un poco más grandes. Un señor que había pedido 5 pupusas nos ofreció dos, pues él ya estaba satisfecho.

Ya saliendo de Guatemala

Entonces, en el comedor comimos 4 pupusas y tomamos dos para el camino. Antes de partir del comedor, la encargada de la pupusería nos preguntó si nos gustaban los tamales de elote. Pues ya llevábamos dos tamales de lonche, también.

Hostal El Kilo 5

Por fin llegamos al poblado Kilo 5 y observamos un hostal, restaurante con ese nombre, pero pasamos de largo creyendo que ese mismo día podríamos llegar a la playa El Tunco. Más tarde nos detuvimos en una gasolinera y nos indicaron que faltaban más de 60 kms. Regresamos al Kilo 5 y nos registramos. 18 dlls por persona, cuarto con A/C, alberca, Internet, desayuno y la oportunidad de lavar nuestra ropa sucia. Nos pareció buen negocio y nos quedamos un día más.

Miradas cruzadas con el mar

El jueves a las 6:30 ya estábamos sobre la carretera; durante las primeras dos horas tuvimos un andar fresco y nublado.

Fue un camino pesado, pero siempre bello y en la mayor parte del trayecto el mar nos miraba.

Después de subir , bajar, volver a subir, volver a bajar, subir y bajar, subir y bajar, llegamos a El Tunco, no sin antes cruzar 4 túneles, dos de ellos largos y oscuros. 

Descanso merecido

Cerca de El Tunco

Pupusas

Donde "Suavecito"

Jueves 19 de julio de 2012

Este es el segundo día que pasamos en El Tunco. Hospedados con el “Suavecito” tenemos una vista a la playa, llena de surfistas, y una hamaca donde descansar. Es un pueblo tranquilo con mucho turismo que busca buenas olas para surfear.

Largo túnel

Oscuro túnel

Te amo mi cielo, la invitación sigue en pie.

Glosario de regionalismos chapines

Antes de continuar con algún otro post, aquí les dejo un pequeño glosario de regionalismos chapines. Bolito - Borracho Pachón - Ánfora, termo, vaso Patojo - Niño Cerote - Güey Coche - Cerdo Calidad - Muy bien, muy bueno. Cabal - Ya está, sí Agua - Refresco Agua pura - Agua purificada Traer sencillo - Traer cambio Pisto - Dinero Pita - Listón

Escuintla - Pedro de Alvarado (frontera)

(Domingo 15 de julio de 2012)

Las recomendaciones y la propia experiencia nos han indicado que tratándose de clima tropical, es preferible viajar temprano y descansar un par de horas a medio día con el fin de evitar una deshidratación. Eso intentamos, pero pasar un fin de semana en una estación de bomberos es cosa de no dormir.

Que esto, que lo otro. A las 8:00 A. M. ya seguíamos al sur . Y tan bondadoso es el Universo que, nos alcanzó Ángel Pereda "Gaveta"en la carretera y rodó con nosotros durante más de una hora. En un descanso que tomamos, "Gaveta" aprovechó el tiempo para obsequiarnos un gorrito para ciclista y sus guantes (perdí los míos).

Al final, regalé y recibí el primer abrazo del viaje. Reconocerse en el otro con un abrazo.

Antes de las 12:00 P. M. ya entrábamos a Chiquimulilla.

Pasando Chiquimulilla nos encontramos con una desviación en el camino, ya que kilometros adelante se había caido un puente. Tomamos la desviación, pero eran 4 kms de terracería y entonces una troquita se acercó y el señor nos invitó a subir. Con tan buena suerte que nos terminó dando 10 kms de aventón.

Por fin llegamos a Pedro de Alvarado y... ¡Bomberos al ataque!

¿Y si me acompañas en persona en mi viaje? TE AMO.

Mazatenango - Escuintla GUATEMALA

(Sábado 14 de julio de 2012)

 En plena rodada

Siempre se complica comenzar a redactar una nueva etapa de la aventura por la repetición de palabras, frases e imágenes. Es particularment difícil controlar los adjetivos dentro de la historia, sin embargo, qué remedio; a tomar la pluma y a dejar que las palabras hagan lo mismo que nosotros, que rueden y que lleguen hasta donde tengan que llegar.

Con los gasolineros de Mazatenango.

El jueves 12 de julio salimos de los dormitorios de la policía municipal de Coatepeque después de haber pasado una noche tranquila sobre un colchón de paja.

Ya con la ropa limpia y el tanque lleno comenzamos a rodar a las 8:30 A. M. Y sólo habían subidas, después de una hora y media de camino llegamos a una gasolinera donde todos los trabajadores nos trataron de maravilla, orientándonos en el mapa y permitiéndonos refrescarnos y rellenar nuestros pachones (adivinen el significado).

Aprovechamos para comprar una lata de frijoles negros por Q4, casi un bufé: burritos de frijoles con atún y mucho suero con Zuko.

Misael, el encargado de la gasolinera, nos preguntaba sobre nuestra ruta con mucho interés y cuando supo que nuestro trayecto al sur, en Costa Rica, botaba al norte de vuelta a casa se limitó a decir con tremenda sonrisa: "Bien, hermano."

Muchos chapines no ubican a Chihuahua en el mapa, pero no es el caso de Misael, quien de inmediato se apresuró a pedirnos todos nuestros datos y con gusto se los dimos. Será bienvenido.

Al fin seguimos y conforme avanzábamos nuevas pendientes se hacían presentes.

Aprovecho para comentar que desde nuestra entrada a Guatemala hemos sobrevivido con poco más de Q220. Economizando principalmente en comida, agua y hospedaje, pero en el nuevo trayecto sentía que iba a necesitar más combustible. Así que pro primera vez no comí una de las sopas instantáneas Knorr (¡goooool!) que nos acompañan. En su lugar comimos un pedazo de (no sé qué) carne, arroz, verdura y muuuuchas tortillas; más una tremenda, azucarada y sudorosa (qué bueno que me mido con mi adjetivación) Pepsi. Todo por sólo Q25. Entiendan que en nuestra condición esta cantidad es considerable.

Con la panza llena de maíz (en su mayoría) continuamos por primera vez con audífonos. ¿Soundtrack? Cártel de Santa - Síncopa.

Y las subidas nunca terminaron. 8 kilómetros antes de llegar a Escuintla comenzó la lluvia. Esa lluvia que no conocemos en Chihuahua que se hace acompañar de tremendos truenos. No exagero cuando les digo que se sienten como si tronara un transformador de luz cerca de nosotros.

En esta parte del camino fue cuando salieron algunos miedos: que nos cayera un rayo, que algún vehículo no nos viera... Nada de esto pasó.

Llegando a la ciudad de Escuintla ubicamos las instalaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), pero aquí no les llamó la atención nuestra canción (vengo de México en bicicleta, bla, bla, bla) y nos dejaron esperando respuesta sobre nuestra solicitud de hospedaje por más de media hora; así que mejor preguntamos por los bomberos.

A ellos sí les gustó mucho nuestra cantaleta y aquí estamos.

Hoy por la mañana pedimos permiso para quedarnos otra noche y tener oportunidad de visitar Antigua. . El jefe de bomberos nos dejó en la terminal y nos dio algunas precauciones.

A las 4:30 P. M. ya estábamos de regreso y nos topamos con un nuevo voluntario de los bomberos: Brandon Estuarto. Chequen el dato de la gente con la que me ando rozando. Brandon es seleccionado nacional de bádminton, y el próximo viernes viaja a las Olimpiadas de Londres 2012.

Primeros kilómetros por Guatemala

 Llegó el día en que los nervios por comenzar a rodar se fueron. La medicina fue montarme en mi bicicleta y comenzar con la ruta; ruta que por cierto, no estaba nada definida. Me fui preguntando para dónde tomar. ¿Y saben qué? Fue sencillo. Vamos pues con la narración.

Este señor tenía contemplado levantarse a las 6 de la mañana para estar rodando una hora después. ¡Patrañas! Me levanté a las 7:20 y muy apenas. Así que presto despabilé todo mi equipaje y ya todo en orden me despedía de Tapachula.

Después de pedir unas cuantas señas todo marchó de maravilla. Llegué a la frontera de Ciudad Hidalgo y pagué mi pesito para pasar a Guatemala. Ya "del otro lado" que me gritan: ¡cambio! Enseguida me imaginé que era la persona que me cambiaría mis pesos, mis humildes pesos por quetzales (Q). Y sí, aparte de todo me orientó para que me devolviera a que el INM me sellara mi pasaporte.

 Curioso, porque yo pensaba que me lo tenía que sellar únicamente el país que me recibiría. Me devolví y me sellaron. Pero con la gran sorpresa de que tendría que pagar otro pesito por volver a Guate, y yo sin ni un peso pero con muchos quetzales.

 La amable persona de migración donó un pesito para que yo pudiera estar tecleando estás líneas. ¡Gracias! Ahora sí, del lado de Guatemala me sellaron mi pasaporte por 10 Q.

Suchiate

Me dio tanto orgullo saber que sí puedo salir de mi país trayendo de transporte una bicicleta. Ya se imaginarán.

Como algunos saben, para esta aventura no hubo mucho entrenamiento más que irme a mi trabajo en bicicleta (15 kms diarios con muuuchas subidas) y entrenamientos esporádicos de 30 kms. La razón es que, a diferencia de hace dos años donde podía recorrer grandes distancias en un día (hasta 220 kms) hoy no me preocupa eso. Si un día recorro sólo 20 kms y encuentro un lugar bonito y seguro para acampar ahí me quedaré.

Después de algunas horas, mucho sudor (nos estamos enfrentando a mucha humedad) y esfuerzo duro para las piernas estamos en Coatepeque, Guatemala.

 La cena en Coatepeque

 A seguir rodando. Saliendo de los dormitorios de la policía municipal de Coatepeque

 Coatepeque - Mazatenango

  Coatepeque - Mazatenango

 ¡Ah canijo!

Llegando me busqué a un policía y le canté una canción que vende muy bien: "vengo desde México en bicicleta y no traigo dinero para pagar un hotel, ¿sabe de algún lugar seguro en donde pueda acampar? Me redirigió con su jefe y me recibieron en los dormitorios de la policía municipal.

Abajo, con el Jefe Ruíz.

Les comento que los chapines con los que he platicado son muy gentiles y amables. Una señora me ofreció pasar a su baño para refrescarme, a lo que obviamente dije SÍ. Luego mi experiencia con los policías ha sido  muy buena, pude cocinar mis sopas Knorr y lavar mi ropa. Ahorita que regrese espero tomar un baño.
Una situación muy chistosa que me pasó hoy fue con Doña Mari, cuando estaba descansando en un comedor que está sobre la carretera y me comenzó a interrogar. Luego de unos 5 minutos de plática y de enterarse hacia dónde voy, me suelta con una sonrisa: Llévame. No sé si pensaba que me iba a apenar, pero enseguida me apresuré a tutearla (los chapines son tremendamente respetuosos y es rarísimo que tuteen a alguien) y responderle: súbete y si tú pedaleas nos vamos a donde quieras. ¿Les digo quién se apenó? Ándele canija, aguas con los mexas.

Hasta aquí mi narración de mis primeros andares por Guatemala.

Un besito para TI cuando estés dormida. Un besito que no sientas. Te amo.