Después de dos años de espera...

¡Por fin! Después de dos años nos volvemos a subir a la bicicleta para emprender un nuevo viaje. El plan original era viajar de aventón sin mi amada bicicleta, pero en una de esas pláticas de cantina, mi estimado Perales me preguntó: Entonces, ¿te vas a ir de aventón con tu bicicleta y comienzas a pedalear en Centroamérica? Y voilà. Armé el plan de inmediato. A ver corridas de camiones de Chihuahua al DF y del DF hasta Tapachula. Y sin más, aquí estamos a punto de cruzar la frontera hacia el primer país que nos toca visitar en esta nueva travesía: Guatemala.
Sólo déjenme repasar algunos momentos con ustedes. Antes de partir llegaron todos mis queridos hermanos para despedirme. Así lo hicimos y lo mismo con mi madre y mi hermana. Yo sabía que el momento difícil vendría al despedirme de Ella. Así lo fue. Entre lágrimas, abrazos, apapachos, sollozos y besos subimos al camión. El 4782 de Chihuahuenses, por si acaso quieren saber más. Fueron casi 21 horas de viaje y de ahí a la TAPO para tomar el camión que nos traería a Tapachula, Chis.


Ya con el segundo boleto en la mano, esperando la llamada, se acercó un joven que me comenzó a cuestionar sobre la bicicleta. Pues la plática se dio tan amena que nos hicimos invitaciones mutuas de vernos después, aquí o allá.

Luego llegó otra persona que se incorporó a la plática, Gil. él nos comentaba que había trabajado por algún tiempo en mi estado de origen y que seguido tiene que viajar por su trabajo. También, nos invitó a su casa en Oaxaca, lugar que siempre llevo en mi corazón.

Por fin, el camión de las 15:30 horas llegó al andén y lo abordamos. En esta ocasión la bicicleta viajó como una reina. 18 horas después llegamos a Tapachula y buscamos hotel, ya saben qué tipo de hotel; lo más económico posible en donde podamos contar con lo básico.

Mañana 11 de julio partimos rumbo a Guatemala.
Abrazos para todos, en especial a Luis y Gil, nuestros nuevos compañeros.

Un te amo y todos mis besos para TI.