viernes, 19 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Max y Christine: Francia-Alaska-Patagonia
Llegando a casa.
Incansables, Max y Christine
Ya en casa, comimos y ellos descansaron y checaron su correo electrónico para mantener contacto con sus hijos en Francia.
Por la tarde, visitamos, ya en coche, el centro de la ciudad, Palacio de gobierno, Plaza del ángel, Catedral, Plaza Hidalgo, Plaza de armas, El Palomar, Parque Lerdo y aprovechamos la oportunidad de visitar Bici Sur. Christine, de igual forma, aprovechó para comprar un short nuevo. El buen George nos trató de maravilla, como siempre.
En familia.
El domingo por la mañana visitamos Aldama y nos topamos con militares en plena acción: un retén improvisado en la calle principal, revisando autos "sospechosos". No está de más aclarar que quedaron sorprendidos al ver aquella escena. De vuelta a Chihuahua, descansaron y dispusieron de todo lo necesario para continuar el viaje al día siguiente.
Ciclistas, viajeros los tres.
Las pláticas entre viajeros son inmejorables, siempre compartiendo experiencias con emoción explícita y creando lazos de amistad instantáneos. En las distintas charlas con Max y Christine hubo de todo: animales, carreteras, costumbres, personas, traducciones, contratiempos, Piaf, agua, Sarkozy, consejos, bicicletas, tiendas, comida, precios...
Hora de partir
En una estas pláticas tuvimos tiempo de compartir rutas por México; una cosa llevó a otra y les obsequiamos la Guía Roji y un diccionario francés-español-francés. Era el turno de devolver tantos favores que recibimos mi bicicleta y yo viajando por México.
Por la noche visitamos otros puntos de la ciudad y cerramos en la casa de mis abuelos, en donde, invariablemente, se reúne la familia a jugar Lotería. Fueron bien acogidos y, desde luego, se unieron al juego.
El lunes por la mañana, luego de un desayuno ligero retomaban su marcha hacia el sur. Su próximo destino era la ciudad de Delicias; así, antes de salir de la ciudad hacíamos una parada técnica para que Max y Christine abastecieran su itinerante despensa.
A las 11:00 a.m. la carretera se volvía a convertir en su hogar.
martes, 16 de noviembre de 2010
La planeación del viaje.
En vacaciones de Semana Santa de 2010 decidí realizar mi primer viaje en bicicleta al Lago de Arareco, ubicado en la Sierra Tarahumara. ¿Qué puedo decir? Una excelente primera experiencia viajando en bicicleta.
En los próximos meses el entrenamiento continuó y realicé el segundo viaje, en esa ocasión la rodada fue hacia Cumbres de Majalca, igual de impresionante.
Llegó junio y era momento de comprar una bicicleta exclusivamente para el viaje que se aproximaba. La primera opción era una bicicleta Scott, pero después de leer algunas críticas opté por la Cannondale F5.
Todo el equipamiento se realizó en la tienda Bici Sur; botes para agua, computadora de viaje, llantas para carretera, ropa, y zapatos.
Otro punto importante era planear el lugar donde iba a dormir durante el viaje, ya sabía que no siempre podría dormir en hoteles por la cuestión económica, así que un hermano patrocinó la casa de campaña, marca Eureka; y decidí registrarme couchsurfing.org, una comunidad dedicada a ofrecer hospedaje entre los distintos viajeros, con presencia en 230 países y funcionando desde 2004 sin fines de lucro. Es decir, el registro en esta página es totalmente gratuito.
Una vez que tuve los contactos en estas dos páginas, ¡a viajar!
Datos curiosos: hotel más caro: $220.00 por noche (Gómez Palacio, Dgo)
Hotel más barato: $80 pesos por noche (San Cristóbal de las Casas, Chis)
martes, 12 de octubre de 2010
Las estadísticas del viaje
En camino a Mérida, pedaleando con Adan
El regalo que le hice a Adan (Rosario)
Las estadísticas.
Después de haber viajado de norte a sur por México, es necesario recordar los lugares visitados, las personas que nos recibieron en sus hogares, los sitios en donde dormimos, etc.
Con Lucky en Oaxaca
Distancia total recorrida: 3,200 kilómetros.
Duración total del viaje: 91 días.
Estados recorridos: 12 más el Distrito Federal
Total de fotografías tomadas: 1300 imágenes.
Total de minutos de grabación en video: 80 minutos.
Promedio de agua bebida diariamente: 3.5 litros
Mayor número de kilómetros recorridos en un día: 220kms de Zacatecas a San Luis Potosí.
Mayor número de horas de viaje durante un día: 14 horas para llegar a la ciudad de Oaxaca (8:00 a.m. – 10:30 p.m.)
Con gente bonita en Zacatecas.
Bahías de Huatulco
Ciudades visitadas:
1. Chihuahua (Chih)
2. Delicias (Chih)
3. Camargo (Chih)
4. Jiménez (Chih)
5. Gómez Palacio (DGO)
6. Cuencamé (DGO)
7. Juan Aldama (ZAC)
8. Río Grande (ZAC)
9. Zacatecas (ZAC)
10. Salinas Hidalgo (SLP)
11. San Luis Potosí (SLP)
12. San Felipe (GTO)
13. Dolores Hidalgo (GTO)
14. San Miguel de Allende (GTO)
15. Guanajuato (GTO)
16. Querétaro (QRO)
17. San Juan del Río (QRO)
18. Cuautitlán Izcalli (Edo Mex)
19. Distrito Federal
20. Ixtapaluca (Edo Mex)
21. Puebla (PUE)
22. Cholula (PUE)
23. Oaxaca (OAX)
24. Miahuatlán (OAX)
25. San José del Pacífico (OAX)
26. San Pedro Pochutla (OAX)
27. Zipolite, San Agustinillo, Mazunte (OAX)
28. Bahías de Huatulco (OAX)
29. Tuxtla Gutiérrez (CHI)
30. San Cristóbal de las Casas (CHI)
31. Palenque (CHI)
32. Escárcega (CAM)
33. Champotón (CAM)
34. Campeche (CAM)
35. Mérida (YUC)
Camino a San Cristóbal de las Casas
Palenque
Después de terminar la ruta marcada, envié a la bicicleta de vuelta a casa, a Chihuahua. Ya era tiempo de tomar unas vacaciones en el Caribe mexicano, así que me trasladé en camion a Bacalar y después a Mahahual.
Lugares en los que dormimos:
1. Campamento a la orilla de la carretera, 30 kilómetros antes de llegar a la ciudad de Jiménez.
2. Campamento en las aguas termales Ojo de Dolores en la ciudad de Jiménez.
3. Campamento en estación de gasolina, 1kilómetro después de la caseta de Savalza.
4. Motel en Gómez Palacio, Durango.
5. Semi campamento en estación de gasolina en Cuencamé, Durango.
6. Motel en Río Grande, Zacatecas.
7. Casa de Xitlali, Zacatecas, Zac. Contacto de couchsurfing.org
8. Casa de Gina, San Luis Potosí, SLP. Contacto de couchsurfing.org
9. Motel en San Felipe, Gto.
10. Casa de Miguel, Dolores Hidalgo, Gto. Contacto de couchsurfing.org
11. Casa de Beto, Guanajuato, Gto. Contacto de couchsurfing.org
12. Hostal Alcatraz, San Miguel de Allende, Gto.
13. Casa de Andrés, Arnulfo y Paty. Contacto de couchsurfing.org
14. Campamento afuera de la casa de Ricardo, Querétaro, Qro.
15. Motel, San Juan del Río
16. Escuela en Cuautitlán Izcalli, acompañado por cientos de ciclistas.
17. Hostal Los Virreyes, D.F.
18. Casa de Chema, Contacto de warmshowers.org
19. De vuelta en Chihuahua debido a una emergencia familiar.
20. En casa de Chema de Nuevo, retomando el viaje.
21. Extablos de la policía montada del municipio de Ixtapaluca, Edo de Mex.
22. En casa de Víctor Mendonza en Cholula, Puebla
23. Campamento a orilla de carretera, antes de Tehuacán, Puebla.
24. Campamento a orilla de carretera, kilometro 91 a Oaxaca. Puebla.
25. Casa de Silvia y Salvador, Oaxaca, Oax.
26. Cabaña en San José del Pacífico, Oax.
27. Cabaña en Zipolite, Oax.
28. Casa de Juan José en Bahías de Huatulco. Persona que conocí en Zipolite.
29. Hotel en Tuxtla Gutiérrez, Chi.
30. Orilla de carretera, kilometro 21 a San Cristóbal de las Casas, Chi.
31. Hostal del Centro en San Cristóbal de las Casas, Chi.
32. Campamento en El Panchán, Palenque, Chi.
33. Campamento en Colegio de Bachilleres en El Aguacatal, Cam.
34. Motel en Escárcega, Cam.
35. Hostal La Parroquia, Campeche, Cam.
36. Hostal La casa del tío Rafa en Mérida, Yuc.
En el Hostal La Parroquia (Javier, yo y Fernando)
Vacaciones (Ya sin bicicleta).
1. Hostal Ximba Li en Bacalar, Qroo.
2. Campamento en la playa con Ángel, Mahahual, Qroo.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Vacaciones en la Costa Maya
Hostal Casa del tío Rafa
Después de varios días de descanso en esta bonita ciudad, envié la bicicleta hacia Chihuahua, para lo cual se tuvo que conseguir una caja adecuada que resistiera el peso y el viaje en sí; así que visitamos una tienda exclusiva de artículos de ciclismo y nos obsequiaron la caja idónea. Y ahí nos tienen, paseando por Paseo Montejo, una de las avenidas principales, haciendo malabares para llevar la caja a su destino. Una vez en el hostal, se desarmó por completo la bicicleta y llegó el tiempo de decir gracias compañera, rodaremos pronto. Hasta luego. Por supuesto, hay cosas que no se dicen en voz alta.
Ella dentro de la caja y yo con todas mis cosas listas para tomar el camión directo hacia Bacalar (Pueblo Mágico ubicado a 30 kms de Chetumal) tomé el único taxi de toda la aventura hacia las oficinas de la paquetería Estrella Blanca y después de registrarla me dirigí, ya solo, a la central camionera de segunda clase para comprar mi boleto. La intención era tomar el autobús a las 5:00 p.m. y estar en Bacalar casi a media noche. Sin embargo recapacité y preferí viajar a las 11:00 p.m. para llegar a mi próximo destino poco antes del amanecer. Todo esto con el propósito de ahorrarme el hospedaje de una noche.
Pues a las ocho de la mañana del día siguiente yo ya me encontraba instalado en el hostal Ximba Li y caminando por el centro del pueblo.
El centro de Bacalar, en específico la zona del zócalo y el fuerte de San Felipe, es demasiado tranquilo, a pesar de que se observa bastante actividad fuera de esta área. La imagen de Bacalar es la propia de un pueblo mexicano; muchas calles sin pavimentar, en general limpias; perros por dondequiera; personas en bicicleta, a pie; casas humildes, muchas construídas con madera y cartón, situación que no se da, desde luego, en las zonas habitacionales pertenecientes a extranjeros.
Esta comunidad goza de tres atracciones principales: la Laguna de los siete colores, el Cenote azul y el Fuerte de San Felipe, también conocido como Fuerte de Bacalar.
Al día siguiente, 15 de septiembre, partiría rumbo a Mahahual, sin embargo fue el día que entró la tormenta tropical Karl, mi primera experiencia con un fenómeno natural de ese tipo. Esa mañana desperté entre la lluvia y minutos más tarde llegaron los ventarrones, así que decidí no abandonar mi pequeña guarida. Después de una hora llegó la calma e ingenuamente comuniqué a mi familia en Chihuahua que todo había pasado. No pasaron ni diez minutos cuando la verdadera tormenta llegó, así que, como yo estaba acampando en la zona de hamacas opté por resguardarme dentro del hostal, el cual para ese punto ya se encontraba inundado. La verdadera tormenta duró alrededor de 45 minutos y afortunadamente la casa de campaña se portó a la altura y sólo permitió la entrada de poca humedad por la parte del piso, nada de mayor importancia dada la intensidad de la tormenta. Por la tarde, ya con todo en calma, tomé mis cámaras y caminé hacia el zócalo con el propósito de evidenciar el paso de Karl. Las mayores afectaciones las sufrieron los árboles, mientras que Bacalar entero quedaba sin elecricidad. Con todo esto, los festejos preparados con motivo de la Independencia de México fueron cancelados.
Después de Karl (Zócalo de Bacalar)
Los estragos de Karl en Bacalar
El 16 de septiembre levanté el campamento y después de despedirme de Chucho y Giovanna caminé hacia la parada de camiones foráneos y finalmente, abandonaba Bacalar en un autobús que se dirigía a Cancún. La bajada fue en el cruce de las carreteras Chetumal-Cancún con la que va a Mahahual. De ahí, una señora consiguió un aventón hasta Mahahual y yo, amablemente me ofrecí como compañero. Cuarenta minutos después ya me encontraba conociendo el malecón de Mahahual.
Chucho con sus corrales, caballos y borregos. Con sus sueños.
Giovanna, construyendo.
La primera impresión de Mahahual no fue nada grata, ya que imaginaba a este pueblo caribeño como un lugar tranquilo y, sinceramente, un crucero en el muelle, bares con la típica música gringa, anuncios en inglés y precios en dólares me alejaban de lo que yo buscaba: un lugar tranquilo para descansar. Sin embargo, luego de andar un poco observé una casa de campaña a la orilla de la playa y a un joven que seguramente estaría habitando en ese lugar. Sí, era Ángel, un español de 28 años que ya llevaba una semana acampando en ese sitio. Después de charlar un poco con él y de expresarle que buscaba un lugar para acampar, Ángel mencionó que la persona que le había otorgado permiso para acampar en ese lugar era -sí, así como lo leen- de Chihuahua. En cuanto escuché el nombre de mi estado y ciudad, no pude evitar que se escapara una leve sonrisa, tal vez de saber que Chihuahua, aún en la Costa Maya sigue siendo un rancho, un enorme rancho, o, por saberme acompañado de un paisano. Ángel me presentó a Fernando, quien no vaciló en brindarme oportunidad de instalarme en lo que después se conocería como El lote.
Mi habitación de lujo en el Caribe, por $00.00
La primera noche en Mahahual fue de plática intensa entre Ángel, Fernando y un servidor; tres viajeros que intercambiaban experiencias, sentimientos y formas de plantearse la vida. Los días que siguieron fueron igualmente agasajadores. Despertarse a las 6:15 a.m. para disfrutar del amanecer, volver a la tienda de campaña a dormir un poco más, nadar, practicar snorkell, asolearse, volver a nadar, comer, caminar por el malecón en calzoncillos, tratar de poner orden en nuestras casas, tomar la ducha, leer, tomar fotografías, escuchar música, platicar, contar historias y chistes, saludar gente, sentir las miradas de los turistas y de los mismos habitantes de Mahahual fue nuestra rutina. Rutina que se podía romper con un buen e improvisado juego de Petanca -en donde me enfrenté a un campeón en la materia-.
Con Ángel en la piscina natural de El lote
La afinidad que tuve con Ángel creció a tal punto que, planeamos un viaje en bicicleta juntos, nos apropiamos moralmente de la parte de la playa en la que vivimos y la bautizamos como El lote; limpiamos nuestra reciente adquisición casi a diario, y por supuesto, nos defendimos de los ataques nocturnos de los cangrejos. Así pasó una semana entera hasta que llegó el momento apresurado de abandonar El lote, pues resultó que Volaris cambió mi vuelo. Así que mucho trabajo tuvo mi hermano de Chihuahua para que yo pudiera volar el 23 de julio como estaba programado. Después de la engorrosa gestión a la que se enfrentó Anthon, me comunicó que siempre sí viajaría el mismo día, pero con otra aerolínea, saliendo de Cancún a las 11:30 a.m. ¿Qué hacer cuando te avisan que vuelas al día siguiente en la mañana y sabes que el próximo autobús no pasa hasta el día siguiente seis horas después de que sale tu vuelo?
Las habitaciones de El lote
Inmediatamente seleccioné lo que podía viajar conmigo y lo que no. Únicamente viajé con lo indispensable; y aprovechando que me encontraba con un experto en pedir aventón, le pedí a Ángel que compartiera conmigo algunos tips. Tan buen maestro fue que a los cinco minutos de pararme a pedir un aventón que me llevara a la carretera Chetumal-Cancún lo conseguí.
El lote
A las 10:30 p.m. ya estaba en camino a Playa del Carmen, para dormir en la central camionera de la 5a y trasladarme a la mañana siguiente al aeropuerto de Cancún. No dormí en toda la noche y aprovechando la red inalámbrica, tuiteé hasta el amanecer: "Mañana nublada en Playa del Carmen. No hay más remedio que salir a caminar por la playa y por la 5a" (5:43 a.m.).
El camión directo al aeropuerto de Cancún salió a las 8:00 a.m. y una hora más tarde ya me encontraba documentando mi equipaje.
A las 4:30 p.m. ya me encontraba en Chihuahua dando la sorpresa a mi familia.
El periplo había concluído.
martes, 14 de septiembre de 2010
La recta final y... Mérida.
Laguna de Bacalar
En la ciudad amurallada de Campeche vivimos momentos fenomenales. Las personas que nos rodearon hicieron especial la última parada antes de terminar con la travesía Chihuahua - Yucatán. Para ser honestos, en la mayor parte del viaje me mantuve casi hermético respecto de otras personas ya que dormía al lado de las carreteras o en gasolineras y cuando mucho hablaba con aquellos que me topaba en las mismas, pero la plática siempre versaba sobre esta aventura y en ocasiones sobre la inseguridad en mi estado. Eran asuntos obligados a tratar. Lo mejor era cuando me hospedaba con otras personas y las conversaciones envolvían una variedad rica de temas. Y para completar el panorama siempre he sido un tanto reservado respecto de otras personas, así que de pronto me cuesta tejer relaciones en los viajes. Pues en Campeche no me pude haber hospedado en mejor lugar. El hostal de La parroquia me trató de maravilla. Su administrador, Fernando, es un sujeto de sangre ligera y en cierta manera está relacionado a mi estado natal, entonces hicimos conexión casi de facto. Luego conocí a Adán, con quien tuve un buen primer encuentro: los dos explicando lo más relevante de nuestros viajes y observando la bicicleta del otro. ¿Les conté que él carga de 80 a 100 kgs? Más tarde verán imágenes que captó la cámara de Adán. Pues así pasaron dos días en el hostal.
La despedida
De momento, me ha ganado la prisa, pues ya van a cerrar el ciber, pero es necesario tomarme el tiempo de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre este viaje, este bello viaje. Por el momento, los dejo con imágenes de Bacalar.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Última parada. Esperanza
viernes, 3 de septiembre de 2010
Un capricho llamado San Cristóbal de las Casas
Cañón del Sumidero
Ya en Palenque nos hospedamos en El Panchan, en donde nos rentaron un espacio para poner la casa de campaña. Estas cabañas se encuentran a 3kms de la zona arqueológica. El domingo 5 recorrimos la zona arqueológica, en plena selva y más tarde nos dirigimos al centro de la ciudad para revisar el correo.