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viernes, 19 de noviembre de 2010

Creel Trip Vol 2

Creel Trip Vol I



Parte del entrenamiento antes de partir a la gran aventura por México.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Max y Christine: Francia-Alaska-Patagonia




Un buen día , los franceses Christine y Max decidieron poner en pausa su vida cotidiana y, sin más complicaciones comenzar a rodar por tierras americanas en junio de 2010. La ruta: Alaska - La Patagonia. El contacto con ellos se dio mediante la comunidad de ciclistas viajeros, Warmshowers.org. Desde el primer mensaje comentaron que el único idioma que manejaban era el francés, noticia que me emocionó, ya que habría oportunidad de comunicarme con ellos en la lengua de Berlioz. El sábado 9 de octubre hicieron su arribo a la ciudad de Chihuahua; el punto de encuentro fue S-Mart La Villita. De ahí, avanzamos parte de la Av. Tecnológico, siguiendo por la Av. Vallarta. Como era de esperarse, hubo algunos problemas con los choferes de camiones urbanos, quienes en varias ocasiones pasaron demasiado cerca de nuestras bicicletas.


Llegando a casa.


Incansables, Max y Christine

Ya en casa, comimos y ellos descansaron y checaron su correo electrónico para mantener contacto con sus hijos en Francia.
Por la tarde, visitamos, ya en coche, el centro de la ciudad, Palacio de gobierno, Plaza del ángel, Catedral, Plaza Hidalgo, Plaza de armas, El Palomar, Parque Lerdo y aprovechamos la oportunidad de visitar Bici Sur. Christine, de igual forma, aprovechó para comprar un short nuevo. El buen George nos trató de maravilla, como siempre.


En familia.

El domingo por la mañana visitamos Aldama y nos topamos con militares en plena acción: un retén improvisado en la calle principal, revisando autos "sospechosos". No está de más aclarar que quedaron sorprendidos al ver aquella escena. De vuelta a Chihuahua, descansaron y dispusieron de todo lo necesario para continuar el viaje al día siguiente.


Ciclistas, viajeros los tres.

Las pláticas entre viajeros son inmejorables, siempre compartiendo experiencias con emoción explícita y creando lazos de amistad instantáneos. En las distintas charlas con Max y Christine hubo de todo: animales, carreteras, costumbres, personas, traducciones, contratiempos, Piaf, agua, Sarkozy, consejos, bicicletas, tiendas, comida, precios...


Hora de partir

En una estas pláticas tuvimos tiempo de compartir rutas por México; una cosa llevó a otra y les obsequiamos la Guía Roji y un diccionario francés-español-francés. Era el turno de devolver tantos favores que recibimos mi bicicleta y yo viajando por México.
Por la noche visitamos otros puntos de la ciudad y cerramos en la casa de mis abuelos, en donde, invariablemente, se reúne la familia a jugar Lotería. Fueron bien acogidos y, desde luego, se unieron al juego.
El lunes por la mañana, luego de un desayuno ligero retomaban su marcha hacia el sur. Su próximo destino era la ciudad de Delicias; así, antes de salir de la ciudad hacíamos una parada técnica para que Max y Christine abastecieran su itinerante despensa.



A las 11:00 a.m. la carretera se volvía a convertir en su hogar.

martes, 16 de noviembre de 2010

La planeación del viaje.

Desde el año 2009 comencé con la idea de realizar un viaje en bicicleta desde Chihuahua hasta Cancún, sin embargo, era sólo un deseo. En un principio me fije la meta de irme a viajar durante el mes de julio de ese mismo año, pero rectifiqué; no sabía qué se requería para materializar una aventura de tal magnitud y mi mayor kilometraje era de 70 kms en un fin de semana, en la ruta Chihuahua - Aldama. Con tal estado de las cosas, decidí entrenar durante un año para realmente intentar la travesía. Después de varios meses de entrenamiento, era habitual recorrer distancias de 30 kilómetros diariamente, luego 50 y la mayor distancia en un entrenamiento quedó en 140 kilómetros. Un buen día, cuando ya entrenaba en la ciclopista, me topé con Elí, un buen amigo y ciclista; me recomendaba, a manera de broma, que primero me fuera a Cuauhtémoc para probar piernas. Sabio consejo.
En vacaciones de Semana Santa de 2010 decidí realizar mi primer viaje en bicicleta al Lago de Arareco, ubicado en la Sierra Tarahumara. ¿Qué puedo decir? Una excelente primera experiencia viajando en bicicleta.
En los próximos meses el entrenamiento continuó y realicé el segundo viaje, en esa ocasión la rodada fue hacia Cumbres de Majalca, igual de impresionante.
Llegó junio y era momento de comprar una bicicleta exclusivamente para el viaje que se aproximaba. La primera opción era una bicicleta Scott, pero después de leer algunas críticas opté por la Cannondale F5.
Todo el equipamiento se realizó en la tienda Bici Sur; botes para agua, computadora de viaje, llantas para carretera, ropa, y zapatos.



Otro punto importante era planear el lugar donde iba a dormir durante el viaje, ya sabía que no siempre podría dormir en hoteles por la cuestión económica, así que un hermano patrocinó la casa de campaña, marca Eureka; y decidí registrarme couchsurfing.org, una comunidad dedicada a ofrecer hospedaje entre los distintos viajeros, con presencia en 230 países y funcionando desde 2004 sin fines de lucro. Es decir, el registro en esta página es totalmente gratuito.




También existe warmshowers.org, sin embargo esta comunidad es exclusiva para ciclistas que se dedican a viajar por el mundo.

Una vez que tuve los contactos en estas dos páginas, ¡a viajar!

Datos curiosos: hotel más caro: $220.00 por noche (Gómez Palacio, Dgo)
Hotel más barato: $80 pesos por noche (San Cristóbal de las Casas, Chis)

martes, 12 de octubre de 2010

Las estadísticas del viaje


En camino a Mérida, pedaleando con Adan




El regalo que le hice a Adan (Rosario)


Las estadísticas.

Después de haber viajado de norte a sur por México, es necesario recordar los lugares visitados, las personas que nos recibieron en sus hogares, los sitios en donde dormimos, etc.

Con Lucky en Oaxaca

Distancia total recorrida: 3,200 kilómetros.

Duración total del viaje: 91 días.

Estados recorridos: 12 más el Distrito Federal

Total de fotografías tomadas: 1300 imágenes.

Total de minutos de grabación en video: 80 minutos.

Promedio de agua bebida diariamente: 3.5 litros

Mayor número de kilómetros recorridos en un día: 220kms de Zacatecas a San Luis Potosí.

Mayor número de horas de viaje durante un día: 14 horas para llegar a la ciudad de Oaxaca (8:00 a.m. – 10:30 p.m.)


Con gente bonita en Zacatecas.

Bahías de Huatulco


Ciudades visitadas:

1. Chihuahua (Chih)

2. Delicias (Chih)

3. Camargo (Chih)

4. Jiménez (Chih)

5. Gómez Palacio (DGO)

6. Cuencamé (DGO)

7. Juan Aldama (ZAC)

8. Río Grande (ZAC)

9. Zacatecas (ZAC)

10. Salinas Hidalgo (SLP)

11. San Luis Potosí (SLP)

12. San Felipe (GTO)

13. Dolores Hidalgo (GTO)

14. San Miguel de Allende (GTO)

15. Guanajuato (GTO)

16. Querétaro (QRO)

17. San Juan del Río (QRO)

18. Cuautitlán Izcalli (Edo Mex)

19. Distrito Federal

20. Ixtapaluca (Edo Mex)

21. Puebla (PUE)

22. Cholula (PUE)

23. Oaxaca (OAX)

24. Miahuatlán (OAX)

25. San José del Pacífico (OAX)

26. San Pedro Pochutla (OAX)

27. Zipolite, San Agustinillo, Mazunte (OAX)

28. Bahías de Huatulco (OAX)

29. Tuxtla Gutiérrez (CHI)

30. San Cristóbal de las Casas (CHI)

31. Palenque (CHI)

32. Escárcega (CAM)

33. Champotón (CAM)

34. Campeche (CAM)

35. Mérida (YUC)


Camino a San Cristóbal de las Casas

Palenque

Después de terminar la ruta marcada, envié a la bicicleta de vuelta a casa, a Chihuahua. Ya era tiempo de tomar unas vacaciones en el Caribe mexicano, así que me trasladé en camion a Bacalar y después a Mahahual.

Lugares en los que dormimos:

1. Campamento a la orilla de la carretera, 30 kilómetros antes de llegar a la ciudad de Jiménez.

2. Campamento en las aguas termales Ojo de Dolores en la ciudad de Jiménez.

3. Campamento en estación de gasolina, 1kilómetro después de la caseta de Savalza.

4. Motel en Gómez Palacio, Durango.

5. Semi campamento en estación de gasolina en Cuencamé, Durango.

6. Motel en Río Grande, Zacatecas.

7. Casa de Xitlali, Zacatecas, Zac. Contacto de couchsurfing.org

8. Casa de Gina, San Luis Potosí, SLP. Contacto de couchsurfing.org

9. Motel en San Felipe, Gto.

10. Casa de Miguel, Dolores Hidalgo, Gto. Contacto de couchsurfing.org

11. Casa de Beto, Guanajuato, Gto. Contacto de couchsurfing.org

12. Hostal Alcatraz, San Miguel de Allende, Gto.

13. Casa de Andrés, Arnulfo y Paty. Contacto de couchsurfing.org

14. Campamento afuera de la casa de Ricardo, Querétaro, Qro.

15. Motel, San Juan del Río

16. Escuela en Cuautitlán Izcalli, acompañado por cientos de ciclistas.

17. Hostal Los Virreyes, D.F.

18. Casa de Chema, Contacto de warmshowers.org

19. De vuelta en Chihuahua debido a una emergencia familiar.

20. En casa de Chema de Nuevo, retomando el viaje.

21. Extablos de la policía montada del municipio de Ixtapaluca, Edo de Mex.

22. En casa de Víctor Mendonza en Cholula, Puebla

23. Campamento a orilla de carretera, antes de Tehuacán, Puebla.

24. Campamento a orilla de carretera, kilometro 91 a Oaxaca. Puebla.

25. Casa de Silvia y Salvador, Oaxaca, Oax.

26. Cabaña en San José del Pacífico, Oax.

27. Cabaña en Zipolite, Oax.

28. Casa de Juan José en Bahías de Huatulco. Persona que conocí en Zipolite.

29. Hotel en Tuxtla Gutiérrez, Chi.

30. Orilla de carretera, kilometro 21 a San Cristóbal de las Casas, Chi.

31. Hostal del Centro en San Cristóbal de las Casas, Chi.

32. Campamento en El Panchán, Palenque, Chi.

33. Campamento en Colegio de Bachilleres en El Aguacatal, Cam.

34. Motel en Escárcega, Cam.

35. Hostal La Parroquia, Campeche, Cam.

36. Hostal La casa del tío Rafa en Mérida, Yuc.


En el Hostal La Parroquia (Javier, yo y Fernando)

Vacaciones (Ya sin bicicleta).

1. Hostal Ximba Li en Bacalar, Qroo.

2. Campamento en la playa con Ángel, Mahahual, Qroo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Vacaciones en la Costa Maya



Ha llegado pues, el momento de recordar y narrar los últimos momentos del viaje en bicicleta. Desde que llegamos a la ciudad de Campeche se tenía el fuerte sentimiento de no querer terminar la ruta, sin embargo, también se encontraba presente el deseo de cerrar el largo paseo y huir a unas merecidas vacaciones, descansar. Así que sin mayores complicaciones, más que el cansancio, la sed y el calor húmedo, llegamos en la tarde-noche a Mérida, Yucatán.


Hostal Casa del tío Rafa

Después de varios días de descanso en esta bonita ciudad, envié la bicicleta hacia Chihuahua, para lo cual se tuvo que conseguir una caja adecuada que resistiera el peso y el viaje en sí; así que visitamos una tienda exclusiva de artículos de ciclismo y nos obsequiaron la caja idónea. Y ahí nos tienen, paseando por Paseo Montejo, una de las avenidas principales, haciendo malabares para llevar la caja a su destino. Una vez en el hostal, se desarmó por completo la bicicleta y llegó el tiempo de decir gracias compañera, rodaremos pronto. Hasta luego. Por supuesto, hay cosas que no se dicen en voz alta.
Ella dentro de la caja y yo con todas mis cosas listas para tomar el camión directo hacia Bacalar (Pueblo Mágico ubicado a 30 kms de Chetumal) tomé el único taxi de toda la aventura hacia las oficinas de la paquetería Estrella Blanca y después de registrarla me dirigí, ya solo, a la central camionera de segunda clase para comprar mi boleto. La intención era tomar el autobús a las 5:00 p.m. y estar en Bacalar casi a media noche. Sin embargo recapacité y preferí viajar a las 11:00 p.m. para llegar a mi próximo destino poco antes del amanecer. Todo esto con el propósito de ahorrarme el hospedaje de una noche.
Pues a las ocho de la mañana del día siguiente yo ya me encontraba instalado en el hostal Ximba Li y caminando por el centro del pueblo.
El centro de Bacalar, en específico la zona del zócalo y el fuerte de San Felipe, es demasiado tranquilo, a pesar de que se observa bastante actividad fuera de esta área. La imagen de Bacalar es la propia de un pueblo mexicano; muchas calles sin pavimentar, en general limpias; perros por dondequiera; personas en bicicleta, a pie; casas humildes, muchas construídas con madera y cartón, situación que no se da, desde luego, en las zonas habitacionales pertenecientes a extranjeros.
Esta comunidad goza de tres atracciones principales: la Laguna de los siete colores, el Cenote azul y el Fuerte de San Felipe, también conocido como Fuerte de Bacalar.
Al día siguiente, 15 de septiembre, partiría rumbo a Mahahual, sin embargo fue el día que entró la tormenta tropical Karl, mi primera experiencia con un fenómeno natural de ese tipo. Esa mañana desperté entre la lluvia y minutos más tarde llegaron los ventarrones, así que decidí no abandonar mi pequeña guarida. Después de una hora llegó la calma e ingenuamente comuniqué a mi familia en Chihuahua que todo había pasado. No pasaron ni diez minutos cuando la verdadera tormenta llegó, así que, como yo estaba acampando en la zona de hamacas opté por resguardarme dentro del hostal, el cual para ese punto ya se encontraba inundado. La verdadera tormenta duró alrededor de 45 minutos y afortunadamente la casa de campaña se portó a la altura y sólo permitió la entrada de poca humedad por la parte del piso, nada de mayor importancia dada la intensidad de la tormenta. Por la tarde, ya con todo en calma, tomé mis cámaras y caminé hacia el zócalo con el propósito de evidenciar el paso de Karl. Las mayores afectaciones las sufrieron los árboles, mientras que Bacalar entero quedaba sin elecricidad. Con todo esto, los festejos preparados con motivo de la Independencia de México fueron cancelados.


Después de Karl (Zócalo de Bacalar)


Los estragos de Karl en Bacalar

El 16 de septiembre levanté el campamento y después de despedirme de Chucho y Giovanna caminé hacia la parada de camiones foráneos y finalmente, abandonaba Bacalar en un autobús que se dirigía a Cancún. La bajada fue en el cruce de las carreteras Chetumal-Cancún con la que va a Mahahual. De ahí, una señora consiguió un aventón hasta Mahahual y yo, amablemente me ofrecí como compañero. Cuarenta minutos después ya me encontraba conociendo el malecón de Mahahual.


Chucho con sus corrales, caballos y borregos. Con sus sueños.


Giovanna, construyendo.

La primera impresión de Mahahual no fue nada grata, ya que imaginaba a este pueblo caribeño como un lugar tranquilo y, sinceramente, un crucero en el muelle, bares con la típica música gringa, anuncios en inglés y precios en dólares me alejaban de lo que yo buscaba: un lugar tranquilo para descansar. Sin embargo, luego de andar un poco observé una casa de campaña a la orilla de la playa y a un joven que seguramente estaría habitando en ese lugar. Sí, era Ángel, un español de 28 años que ya llevaba una semana acampando en ese sitio. Después de charlar un poco con él y de expresarle que buscaba un lugar para acampar, Ángel mencionó que la persona que le había otorgado permiso para acampar en ese lugar era -sí, así como lo leen- de Chihuahua. En cuanto escuché el nombre de mi estado y ciudad, no pude evitar que se escapara una leve sonrisa, tal vez de saber que Chihuahua, aún en la Costa Maya sigue siendo un rancho, un enorme rancho, o, por saberme acompañado de un paisano. Ángel me presentó a Fernando, quien no vaciló en brindarme oportunidad de instalarme en lo que después se conocería como El lote.


Mi habitación de lujo en el Caribe, por $00.00

La primera noche en Mahahual fue de plática intensa entre Ángel, Fernando y un servidor; tres viajeros que intercambiaban experiencias, sentimientos y formas de plantearse la vida. Los días que siguieron fueron igualmente agasajadores. Despertarse a las 6:15 a.m. para disfrutar del amanecer, volver a la tienda de campaña a dormir un poco más, nadar, practicar snorkell, asolearse, volver a nadar, comer, caminar por el malecón en calzoncillos, tratar de poner orden en nuestras casas, tomar la ducha, leer, tomar fotografías, escuchar música, platicar, contar historias y chistes, saludar gente, sentir las miradas de los turistas y de los mismos habitantes de Mahahual fue nuestra rutina. Rutina que se podía romper con un buen e improvisado juego de Petanca -en donde me enfrenté a un campeón en la materia-.


Con Ángel en la piscina natural de El lote

La afinidad que tuve con Ángel creció a tal punto que, planeamos un viaje en bicicleta juntos, nos apropiamos moralmente de la parte de la playa en la que vivimos y la bautizamos como El lote; limpiamos nuestra reciente adquisición casi a diario, y por supuesto, nos defendimos de los ataques nocturnos de los cangrejos. Así pasó una semana entera hasta que llegó el momento apresurado de abandonar El lote, pues resultó que Volaris cambió mi vuelo. Así que mucho trabajo tuvo mi hermano de Chihuahua para que yo pudiera volar el 23 de julio como estaba programado. Después de la engorrosa gestión a la que se enfrentó Anthon, me comunicó que siempre sí viajaría el mismo día, pero con otra aerolínea, saliendo de Cancún a las 11:30 a.m. ¿Qué hacer cuando te avisan que vuelas al día siguiente en la mañana y sabes que el próximo autobús no pasa hasta el día siguiente seis horas después de que sale tu vuelo?


Las habitaciones de El lote

Inmediatamente seleccioné lo que podía viajar conmigo y lo que no. Únicamente viajé con lo indispensable; y aprovechando que me encontraba con un experto en pedir aventón, le pedí a Ángel que compartiera conmigo algunos tips. Tan buen maestro fue que a los cinco minutos de pararme a pedir un aventón que me llevara a la carretera Chetumal-Cancún lo conseguí.


El lote

A las 10:30 p.m. ya estaba en camino a Playa del Carmen, para dormir en la central camionera de la 5a y trasladarme a la mañana siguiente al aeropuerto de Cancún. No dormí en toda la noche y aprovechando la red inalámbrica, tuiteé hasta el amanecer: "Mañana nublada en Playa del Carmen. No hay más remedio que salir a caminar por la playa y por la 5a" (5:43 a.m.).
El camión directo al aeropuerto de Cancún salió a las 8:00 a.m. y una hora más tarde ya me encontraba documentando mi equipaje.
A las 4:30 p.m. ya me encontraba en Chihuahua dando la sorpresa a mi familia.
El periplo había concluído.

martes, 14 de septiembre de 2010

La recta final y... Mérida.

Laguna de Bacalar



En la ciudad amurallada de Campeche vivimos momentos fenomenales. Las personas que nos rodearon hicieron especial la última parada antes de terminar con la travesía Chihuahua - Yucatán. Para ser honestos, en la mayor parte del viaje me mantuve casi hermético respecto de otras personas ya que dormía al lado de las carreteras o en gasolineras y cuando mucho hablaba con aquellos que me topaba en las mismas, pero la plática siempre versaba sobre esta aventura y en ocasiones sobre la inseguridad en mi estado. Eran asuntos obligados a tratar. Lo mejor era cuando me hospedaba con otras personas y las conversaciones envolvían una variedad rica de temas. Y para completar el panorama siempre he sido un tanto reservado respecto de otras personas, así que de pronto me cuesta tejer relaciones en los viajes. Pues en Campeche no me pude haber hospedado en mejor lugar. El hostal de La parroquia me trató de maravilla. Su administrador, Fernando, es un sujeto de sangre ligera y en cierta manera está relacionado a mi estado natal, entonces hicimos conexión casi de facto. Luego conocí a Adán, con quien tuve un buen primer encuentro: los dos explicando lo más relevante de nuestros viajes y observando la bicicleta del otro. ¿Les conté que él carga de 80 a 100 kgs? Más tarde verán imágenes que captó la cámara de Adán. Pues así pasaron dos días en el hostal.


Paseo Montejo, Mérida.

Nuestra última noche comenzamos a preparar todo desde temprano, cuando una norteamericana, Megan, comenzó a preguntar por el viaje. Comenzamos a platicar y después llegó su novio, Jack, un tipo realmente increíble, entonces la combinación de ambos hizo una velada llena de plática, llena de risas. Ellos vienen de Portland y es su segundo viaje por México. Pues las intenciones mías eran acostarme a las 9:00 pm y levantarme a las 5:00 am. De ninguna manera iba a ser posible. Me acosté pasada la media noche y para colmo, una cucaracha penetró mi tienda de campaña. Cosa bastante común si dejas la tienda de campaña abierta durante horas. Pues a las 3:00 am me percaté de la bonita compañía, así que, pude retomar el sueño a la hora planeada para partir. Finalmente me levanté muchísimo más tarde, desayuné, volví a platicar con Megan y Jack, intercambiamos cuentas de correo y nos tomamos una foto (son sencillamente fantásticos). Después hice un poco de tiempo para esperar a Adán y acompañarlo en su ruta por algunos kilómetros. Así fue, rodamos juntos por más de una hora y nos despedimos. Al final, le regalé el rosario que yo traía colgado y lo volvió parte de su bicicleta.




El preludio antes del cierre de esta aventura fue entonces un lugar común, "sin palabras".

Con toda esa energía llegamos a Mérida por la tarde, creo que a las 8:00 pm. Llegamos con Rafael, a quien conocí hace 2 años en Playa del Carmen. Actualmente, Rafa tiene su propio hostal y amablemente nos hospedó. Nos paseamos por Mérida, comimos un poco de la comida típica y DESCANSAMOS.

El lunes 13 estuve a punto de llorar: envié a la bicicleta de regreso a Chihuahua.


La despedida

De momento, me ha ganado la prisa, pues ya van a cerrar el ciber, pero es necesario tomarme el tiempo de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre este viaje, este bello viaje. Por el momento, los dejo con imágenes de Bacalar.

El Fuerte de Bacalar (no yo, el lugar)



Fuerte



El fuerte conserva sus cañones



Vista de la Laguna de Bacalar desde El fuerte.



Fuerte
Saludos desde Bacalar.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Última parada. Esperanza



Estuve parado frente a este monitor durante más de 20 minutos sin saber por dónde comenzar. Y la verdad sin muchas ganas de escribir la última entrada antes de terminar oficialmente con la ruta Chihuahua - Yucatán en bicicleta. Una tarde nublada y acalorada en Campeche es la antelación del fin de la ruta así que no me puedo quejar.


Baluarte
Quiero comenzar contando la experiencia en Escárcega, un lugar caluroso, muy caluroso. Así que me tuve que resguardar en un ciber que contaba con aire acondicionado, ya que el cuarto del hotel en el que nos quedamos únicamente contaba con un abanico de techo. Ya en la noche, y después de haber comprado todo lo necesario para el viaje del día siguiente que nos transportaría a Campeche, cené ligero y tomé un baño.

Malecón

Para mi sorpresa, lo refrescante de la ducha duró no más de 15 minutos, así que decidí volverme a mojar, ahora sin secarme y así, en directo, irme a la cama. Esto lo tuve que repetir otras tres veces durante la noche. Al día siguiente nos levantamos a las 5:30 a.m. y una hora después ya nos encontrábamos sobre la carretera. El calor, aunque ya no tan fuerte, continuó siendo un factor de desesperación. Ya por la tarde llegamos a Campeche y nos hospedamos en el Hostal La Parroquia en donde por $50 pesos nos permitieron acampar.

Baluarte
La sorpresa fue toparnos con Adan, ciclista de 42 años que ha viajado por dos años y le restan tres . Es una pena que nuestras rutas no coincidan. Hubiera sido alucinante volver a rodar acompañados.


Centro Histórico

Gracias a todas las personas que han permanecido al pendiente de nosotros, a quienes pensaron que no íbamos a poder, a quienes nos lo dijeron, un abrazo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Un capricho llamado San Cristóbal de las Casas

Cañón del Sumidero


El miércoles primero de septiembre, en Tuxtla Gutiérrez, nos levantamos temprano para ir por nuestra respectiva ración de frijoles, arroz y tortillas para tener las energías suficientes y recorrer el camino a los miradores del Cañón del Sumidero y lo que más tarde sería el andar hacia San Cristóbal de las Casas. Pues así fue.
Camino a San Cristóbal de las Casas.
A los miradores 22 kms de subida y más tarde 17 kms de más subida por la autopista hacia San Cristóbal. No dimos más. Esta carretera es 100% subida, no hay bajada, nada, contrario a lo que nos habían indicado. En fin, llegamos a un lugar en donde una familia se encontraba vendiendo fruta, agua, refrescos y elotes asados, así que pudimos reabastecernos de víveres para el camino del día siguiente que, prometía estar igual de pesado.
Campamento rumbo a San Cristóbal
Por la mañana comenzamos a rodar en punto de las 9:00 a.m. y llegamos a San Cristóbal a la 1:00 p.m. para hospedarnos en el Hostal del centro, lugar en el que hace dos años nos habíamos alojado. ¿El precio? Bajísimo; un cuarto limpio y cómodo y tranquilo con baño afuera por $80 pesos la noche.

Mercado en San Cristóbal
Mercado
Catedral
Andador turístico
En esta ciudad tuvimos la oportunidad de conocer a Joel, ciclista experimentado que ha recorri
do muchas partes de la república mexicana. Nacido cerca de Guachochi, Chih., un buen día visitó San Cristóbal y hasta este momento, sigue residiendo ahí. Pues bien, nos explicó que la ruta de San Cristóbal-Palenque era una ruta peligrosa en la cuestión de asaltos, ya que por experiencia propia y conocedor de que a varios ciclistas los habían despojado prácticamente de todo y que, incluso a un norteamericano lo asesinaron por no acceder a desprenderse de sus pertenencias, fue asesinado. Entonces, después de meditarlo con la almohada y con la cabeza fría decidimos tomar el camión de nueva cuenta para evitar esa ruta.

Ya en Palenque nos hospedamos en El Panchan, en donde nos rentaron un espacio para poner la casa de campaña. Estas cabañas se encuentran a 3kms de la zona arqueológica. El domingo 5 recorrimos la zona arqueológica, en plena selva y más tarde nos dirigimos al centro de la ciudad para revisar el correo.


"Camping" en El Panchan


Palenque, zona arqueológica
Palenque
El lunes emprendimos la retirada hacia Campeche, en donde nos sorprendió ver la crecida del Usumacinta y el calor con humedad que existe en la zona. Debido a la humedad pudimos llegar únicamente hasta El Aguacatal, Campeche. Ahí buscamos asilo en una estación de policías, sin embargo obtuvimos una rotunda negativa; luego intentamos rentar un cuarto pero el precio era de $150 la noche, así que ya con las esperanzas de no conseguir lugar para dormir seguimos pedaleando y nos topamos con un Colegio de Bachilleres en donde de inmediato nos permitieron instalar el campamento.
Palenque
Palenque
Hoy, martes 7 de septiembre llegamos a Escárcega, Campeche y mañana intentaremos llegar a la ciudad de Campeche.
Saludos desde Escárcega.